Cuando envía mercancías a otro país de la UE, está exento del IVA en su país. Pero esta exención no se aplica cuando se demuestra que el proveedor sabía o no podía desconocer que el destinatario del envío o del transporte no tenía un negocio real.
Así pues, corresponde a cada empresa poder demostrar que ha aplicado controles razonables a sus clientes para evitar perder la exención del IVA.
La Administración Tributaria también puede negarse a deducir el IVA pagado a uno de sus proveedores, incluso de su país, si demuestra que usted sabía o no podía ignorar que, a través de esta adquisición, estaba participando en un fraude consistente en no pagar el impuesto correspondiente a esta entrega.
Una de las diversas comprobaciones que una empresa puede realizar a sus clientes y proveedores es verificar la validez del número de IVA suministrado. Al comprobar la existencia de este número con las autoridades fiscales del país de origen del cliente o proveedor, la empresa demuestra su buena fe. Si bien esta comprobación no es suficiente por sí misma para evitar que se ponga en cuestión la exención o la deducción, según el caso, es un primer elemento para demostrar la buena fe de la empresa.
La Comisión Europea ha creado un servicio de verificación del número de IVA que expide, a las empresas identificadas, un certificado de consulta para cada número verificado. Este certificado es proporcionado por CheckTVA para cada número probado.
Como es probable que la actividad de una empresa cambie rápidamente, es aconsejable comprobar periódicamente los números de IVA de sus clientes y proveedores. Sin embargo, una comprobación anual parece insuficiente a la vista de la rapidez con que se cierran las empresas implicadas en tramas de fraude del IVA. La mejor protección parece ser una verificación mensual, en línea con la periodicidad de las declaraciones del IVA en la mayoría de los países de la UE.
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